martes, 16 de enero de 2007

Dialogando en el bar: el chino Chinchulín y la bomba norcoreana.

Dialogando en el bar: el chino Chinchulín y la bomba norcoreana.

Chinchulín: Uy, ahí viene el Opus Nigrum, ese reaccionario. Es un pequeño burgués asustado.
Mangu: Bueno, viejo, es amigo tuyo, un típico psicobolche.
Opus: Hola, chicos, todo bien por aquí.
Mangu: Y… hasta ahora venía bien. Estábamos hablando un poco de política con tu amiguito el Chinchulín, aunque nunca nos ponemos de acuerdo, para variar. El tipo anda defendiendo la política nuclear de Corea del Norte.
Opus: Bueno, sin ser marxista leninista creo que todo lo que se oponga a los yanquis siempre tiene algo de positivo. Aunque no me guste, ¡aguanten Bin Laden, Saddam, Chávez y los coreanos!
Chinchulín: Siendo marxista leninista, siempre voy a apoyar un Estado Obrero, aunque se haya burocratizado, contra el imperialismo. Las pruebas armamentistas de Corea son en legítima defensa frente a las amenazas de los Estados Unidos. Y lo mismo vale para el caso de Irán, que no tiene nada de revolucionario, pero es un régimen que sabe que la única posibilidad que tiene para sobrevivir frente a los yanquis es la disuasión nuclear.
Mangu: Sí, noté que era un Estado obrero. Es un Estado policíaco y represor como cualquier otro, y los obreros que viven ahí son tan explotados como los de cualquier país: los roban, los hambrean y cuando se salen del molde, los reprimen. Esa es la esencia de todo Estado, aunque le adosen el calificativo de obrero, revolucionario o democrático.
Opus: A mí me parece que el problema es que no pueden decidir por sí mismos en elecciones democráticas si realmente quieren la bomba. Si pudieran decidir el comunismo sería perfecto.
Chinchulín: El comunismo tiende a la perfección, pero el camino es largo y hay que bancarse las etapas que la dirigencia revolucionaria irá sorteando. El problema es que hay algunos que no soportan que haya gobiernos que no se rindan frente al imperialismo. Nunca un país se debe desarmar frente a los yanquis, sino miren lo que le pasó a Saddam. A los yanquis lo único que les interesa es apropiarse de nuestros recursos y abusarse con sus multinacionales de la política entreguista de nuestros gobiernos. Es una legítima defensa lo que hace Corea.
Mangu: Vos Opus, seguí poniendo la urna que te la van a llenar de votos. ¿Por qué no hacés un plebiscito para ver si los norcoreanos están de acuerdo con los campos de concentración? Capaz que les gusta. Y vos, Chinchulín, te considerarás muy revolucionario, internacionalista, trosco, maoísta, estalinista o guevarista, pero lo que se te olvidó es que sos un nacionalista que reemplazó la visión revolucionaria de la cuestión social por el estudio de la geopolítica internacional. Los que pensaban como vos en 1940, apoyaron a Hitler porque había pactado con Stalin y estaba en guerra con el “imperialismo inglés”, como si las ambiciones de los rusos y los alemanes no anduvieran por carriles parecidos. La razón de Estado se impone siempre. Si para enfrentarse al enemigo hay que convertirse en su reflejo, para ustedes está todo bien. A la izquierda hace rato que ya no le funciona la brújula, y cuando creen que van en una dirección, van en el sentido contrario.
Opus: No es que crea que las elecciones sean la panacea. Pero creo en la libertad de expresión y que alguien tiene que llevar las riendas en la sociedad. Mi modelo es Suiza, sin capitalismo. La voluntad general debe mandar, y si decide tener armas nucleares y hacer un uso racional para defender los intereses del país, me parece correcto. Si quieren tener armas nucleares, por lo menos que haya democracia y el pueblo pueda expresarse, para declararse en contra o para controlar lo que se hace con ellas.
Chichulín: La revolución es la única salida y los gradualismo pacifistas como los tuyos terminan con un Pinochet en el poder. ¡Nada de democracia. Dictadura proletaria! El poder a los obreros y al Partido de la Revolución, obviamente marxista y leninista. Lo demás son utopías y divagues anarquistas o pequeño burgueses. No solo tienen derecho a defenderse, sino que están obligados a proteger los logros socialistas y preservar la paz en la península coreana. Han optado por el único camino que entiende el imperialismo: la disuasión nuclear. Viva la república Popular de Corea y abajo el imperialismo.
Mangu: Aflojá con las consignas. Apoyan a Chávez como si fuera verdad lo de la revolución bolivariana, que se sostiene con el petróleo que les vende a los yanquis. Apoyaron a Saddam, que se encargó de eliminar a todos los revolucionarios posibles, incluso marxistas. Apoyan a Irán, que siempre fue enemigo de Irak, pero que es enemigo de los yanquis, lo cual los santifica frente a sus materialistas ojos ateos. Apoyan a Fidel y a su socialismo playero, al cocalero Evo Morales y a Mongo Aurelio mientras que no les guste a los yanquis caretas. Pero siempre terminan anteponiendo intereses estratégicos de Estado frente a la supervivencia de la especie. No importa que se arme un holocausto nuclear con tal de que se mueran todos los imperialistas. No importa que en el socialismo haya una clase que vive a todo lujo mientras el resto se muere de hambre y tenga un poder de decisión sobre su futuro igual al de un condenado a muerte. Claro, me olvidaba que para Lenin la libertad es un prejuicio pequeño burgués.
Opus: Es muy difícil saber que hay de cierto en uno de los países donde más cuesta entrar y la prensa responde al gobierno, pero no creo en las historias que cuentan del líder norcoreano en los medios; parecen más propias de un personaje de una película clase B que de un dirigente verdadero: que come langosta con palillos de plata, que se abochorna de su escasa altura y lleva plataformas en los zapatos, que le encanta ver cine de Hollywood en inglés pero no entiende una goma del idioma, que se quiere voltear a todas las minas, qué se yo. La cuestión es que me parece que los yanquis le tienen un poco de miedo.
Mangu: ¿Importa lo que le gusta o haga? Si todos los comunistas en el poder hicieron siempre lo mismo. Te creés que Lenin comía pan duro enmohecido o que Mao comía arroz integral con sal. Lo que importa es la ausencia total de libertad y la anulación de los individuos. Vos ves en la televisión las imágenes de los coreanos marchando todos al mismo paso, desfilando todos al mismo ritmo, todos igualitos, vestiditos de gris, sin una sonrisa, sin una queja, todo en orden, ni un papel en el piso, todo detenido en el tiempo, estático, robótico, inhumano. El error está excluido, la duda desterrada. Esto es para los norcoreanos, estalinistas y maoístas la verdadera cultura proletaria. Me parece que en vez de proletaria es la cultura del cuartel o la comisaría. Y me importa un cuerno cómo vivan los dirigentes comunistas: sí me importa que son parte de una clase que a través del Estado reprime al pueblo y defiende sus privilegios, no tan diferentes a los de los capitalistas. Y que no piensan en términos de opresores contra oprimidos, o de explotadores contra explotados, sino de Estados contra Estados o de Policía Revolucionaria contra súbditos del Partido.
Chinchulín: No entendés, la estrategia de los norcoreanos es sentarse a dialogar con las armas sobre la mesa. Si tienen armas nucleares, los yanquis se tienen que sentar a negociar, porque es mucho lo que se puede perder. Te imaginás si le tiran una bombita a Japón o a Corea del Sur. O se arriesgan a que los norcoreanos revendan alguna para el terrorismo árabe. No, loco, los norteamericanos van a negociar; un poco van a tener que perder. La guerra no les importa mientras no les toque a ellos, sino mirá como les afectó lo de las torres gemelas. Y una vez que el imperialismo retroceda, las posibilidades de instaurar gobiernos revolucionarios se va a hacer más viable, ahora que ya no está la Unión Soviética. Y decí que está China, sino andaríamos todos hablando en inglés.
Mangu: Sí, en el fondo el problema es que se quedaron sin el faro derecho de la revolución y el faro izquierdo, más que iluminar oscurece. China es tan capitalista como puede. Si no lo es más es porque la clase dirigente no quiere perder su status. Rusia es un recuerdo, Cuba un fantoche. A lo único que aspiran es a que el imperialismo pierda fuerza para -si tienen la suerte de acceder al poder por elecciones- que se les permita terminar su período de gobierno. Pero, una vez que le sientan el gustito a la democracia, sabés como van a transar.
Opus: Bueno, por lo menos no me vas a decir que los yanquis son iguales o preferibles a los coreanos, los chinos o los cubanos. Yo siempre simpatizo con el más débil.
Chinchulín: En eso estoy de acuerdo. Vos, Mangu, le terminás haciendo el juego a los poderosos. Por eso siempre los anarquistas le hacen el juego a la derecha y al imperialismo.
Mangu: Izquierda y derecha son dos expresiones que asume la política represora del Estado. Y como el Estado es el enemigo de la libertad, la igualdad y la solidaridad entre los pueblos, no soy ni derecha ni de izquierda. Ustedes dicen simpatizar con los menos poderosos: Saddam, Castro o el Rey Mongo III que quiere la bomba nuclear. En realidad siempre simpatizan con el poder del Estado, la diferencia es que les gustan más los Estados insuficientes de recursos para dominar al resto del planeta. Como decía Bakunin, el fin de todo Estado es la conquista, aunque sea la república de San Marino o el Principado de Mónaco. Ustedes quieren hacer la revolución social con armas nucleares o biológicas, o negociar con el imperialismo con su mismo lenguaje. Para ustedes, a eso se reduce una revolución. De tirar gobiernos abajo, mejor no hablar: es mejor negociar, la estrategia y la táctica, la verdad iluminada del Partido. Bueno, mejor me voy, que en cualquier momento me hacen un “tribunal revolucionario” y me mandan a trabajos forzados a un campo de concentración bajo la acusación de “infantilismo revolucionario”.


El Manguruyú



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